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Pantallazos

Sombras y luces de Beca 18

Sombras y luces de Beca 18
Flickr de pronabec

Hace poco la prensa reportó que la universidad con el mayor número de becarios del programa Beca 18 (PB18) había propuesto construir un campus exclusivo para ellos, alegando que así – separados de los demás estudiantes -- se sentirían más cómodos. Las autoridades habían rechazado la propuesta, pero la noticia incluía testimonios verosímiles de exclusión y discriminación de los becados de PB18, el más grande y ambicioso que se haya implementado en el Perú.

El sistema educativo peruano tiende a reproducir y exacerbar las desigualdades existentes, y la educación superior no es excepción. Programas como PB18 pueden contrarrestar esta tendencia, mejorando el acceso de jóvenes con alto rendimiento académico y bajos ingresos a una educación de calidad, en universidades inclusivas que promueven la excelencia. Entre el 2012 y el 2018 se otorgaron 62,633 becas financiadas con recursos públicos. El punto más alto, el 2016, dispuso de 713 millones de soles, monto equivalente al presupuesto total ejecutado por las universidades públicas de Cuzco, Trujillo, Arequipa, Ayacucho y Piura.

PB18 se puso en marcha antes de la reforma universitaria del 2014, en un contexto de expansión de la universidad como negocio, desregulación del mercado educativo, incentivos tributarios a la inversión privada y congelamiento presupuestal de las universidades públicas. Con una oferta educativa heterogénea y en ausencia de mecanismos de supervisión de la calidad, el diseño inicial de PB18 puso en evidencia sus limitaciones.

flickr de pronabec

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La mayoría de becarios fueron atraídos por universidades con fin de lucro (40% el 2013, 54% el 2014), que operaban con muy poca selectividad y admitían a casi todos sus postulantes. Las mejores universidades públicas no tenían incentivos para atraer becarios, en parte porque no recibían recursos adicionales: los becarios no llegaban “con su pan bajo el brazo”. En un estudio del 2014 encontramos que el programa se había desviado de su objetivo, privilegiando cantidad (número de becarios) sobre calidad.

Otro más reciente, realizado por el MEF el 2018, examina el impacto de PB18 en los becarios del 2013, comparando su desempeño con el de un grupo de control de características similares. El impacto positivo se limita a la matrícula. Para este cohorte 2013 “los becarios han interrumpido sus estudios en algún momento entre el período 2013-2015 en mayor proporción que los no becarios (19% vs 10% respectivamente).” Asimismo, su tasa de deserción es tres veces mayor, se matriculan en menos créditos y aprueban menos cursos. Tampoco hay resultados positivos en inserción laboral, aun cuando por el corto tiempo transcurrido no es posible derivar conclusiones definitivas.

Felizmente las autoridades de PRONABEC parecen haber identificado algunos problemas de diseño que explicarían estos resultados. Hoy, advierten que no se anticiparon “los comportamientos estratégicos no deseados de algunos actores clave… Algunas IES decidieron competir por los recursos del programa otorgando admisiones con estándares diferenciados. Ello impactó negativamente en la calidad de los estudiantes seleccionados y de la educación ofertada…”. Puesto en términos más crudos, los negocios educativos organizaron mejor sus “fuerzas de venta” para atraer a los becarios y elevar sus ganancias.

flickr de pronabec

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La convocatoria PB18 para el 2019 propone mejoras en diversos ámbitos. Destacan nuevos mecanismos de apoyo y orientación a los becarios al postular a las IES. Solo podrán recibir becarios las universidades licenciadas por la SUNEDU. El nuevo diseño contempla un examen nacional estandarizado de preselección, servicios de tutoría, nivelación y acompañamiento de los becarios. Define una priorización de las IES en base a criterios explícitos de calidad, y otorga puntaje adicional a los postulantes pre seleccionados admitidos en las IES priorizadas.

PRONABEC acaba de anunciar que el 97% de los postulantes seleccionados el primer semestre del 2019, han ingresado a IES priorizadas, incluyendo las mejores universidades públicas del país. Esperemos que estos cambios se consoliden, y que PB18 efectivamente contribuya a reducir las enormes desigualdades y la exclusión existentes, brindando oportunidades de acceso a educación de calidad.

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